La semana pasada te escribía sobre la importancia de la comunicación, los grandes problemas que se generan al no tener una comunicación adecuada y la transformación tan tremenda que se puede dar al interior de tu equipo de trabajo si integras la comunicación como tu arma secreta de liderazgo. Te he compartido dos de las 4 “C” que, de acuerdo con mis más de 15 años de experiencia trabajando con empresarios he podido ver que te permiten ser un Líder Elite, y el día de hoy te voy a escribir acerca de la tercera “C” que es la COLABORACIÓN.
Una de las cosas que más adolecen los empresarios y dueños de negocio con los que he tenido la oportunidad de trabajar, es la capacidad de lograr que las personas de su equipo ejecuten. Que se pongan la camiseta. Que hagan lo que les corresponde sin que ellos (los jefes) estén atrás con el látigo. Algunos, incluso piensan que esto es utópico, que es algo que nunca será posible para ellos. Pero cuando les ayudo a analizar qué es lo que les impide a los colaboradores realmente COLABORAR, se dan cuenta de tres cosas: 1) no confían lo suficientemente en ellos y no creen que sean capaces de lograr los objetivos, 2) no delegan con efectividad, o sea, solamente se limitan a decirles qué hacer y creen que con eso es suficiente y 3) no les brindan las herramientas y las condiciones necesarias para que lo que se planeó se ejecute.
Alguna vez en una sesión con un cliente, éste me decía que quería elegir al nuevo gerente de operaciones del equipo que ya tenía, o sea, desarrollarlo desde el interior, en vez de traer a alguien de afuera de la empresa. Y me contó “hice una lista con los nombres de los candidatos y escribí enfrente por qué no podían ser gerente de operaciones”, le pregunté “¿y de qué te diste cuenta?” me respondió tajante: “que ninguno puede”. “Ok,” le dije, “ahora vas a hacer lo mismo, pero ahora vas a escribir por qué SI PUEDEN SER gerente de operaciones” Fue, lo hizo y cuando volvió le pregunté otra vez “¿de qué te diste cuenta?” y me contestó “que cualquiera puede ser”. Para asegurar la colaboración de tus colaboradores (valga la redundancia), es IMPRESCINDIBLE que los dejes colaborar. Elige creer en ellos. Elige creer en su capacidad. Verás una tremenda diferencia.
Hace poco platicaba con algunos amigos empresarios a quienes les preguntaba sus más grandes desafíos al momento de ejercer su liderazgo y uno de ellos me contaba justamente que una de las mayores y mejores virtudes de un empresario es saber delegar, a quién y cuánto, ya que, según sus palabras, no tan solo es delegar sino también dar seguimiento a los objetivos planteados y lograr que la gente se comprometa con esos retos que les compartes. Soy una convencida de la importancia de aprender a delegar. Cuando lo logras, es como si te multiplicaras a ti mismo o a ti misma. Aprende a delegar de manera efectiva, y verás incrementado el nivel de colaboración y sin duda, los resultados.
Finalmente, cuando se planean objetivos, es muy importante corroborar que los colaboradores cuentan con las herramientas y las condiciones necesarias para lograrlos. Hay un meme circulando en redes donde se ve un avión espectacular, pero está siendo jalado por una bicicleta, dice en el avión “los objetivos que me exige mi jefe” y en la bici “los recursos que me da”. Asegúrate que tus colaboradores cuentan con los recursos y condiciones óptimos para cumplir con lo que les has solicitado.
No me odies por darte a ti, empresario, empresaria, toda la chamba de la transformación de tu equipo de trabajo, pero mi experiencia me dice que cuando la cabeza hace un par de ajustes, toda la organización se transforma. Mi deseo es compartir contigo herramientas y estrategias para ayudarte a ser un mejor jefe. Tú eres ESE factor de cambio que tu empresa requiere. No es fácil, pero yo sé cómo hacerlo sencillo, ¿quieres que te ayude? ¡Da click AQUÍ y platiquemos!