LO QUE TE IMPIDE LOGRAR TUS METAS

La pregunta clave, y creo que es el dolor más recurrente de la gran mayoría de nosotros: ¿por qué, si me pongo metas, o me pongo un objetivo, no soy capaz de cumplirlo? Y quiero compartirte que, para esto, hay muchas razones, una de ellas es la naturaleza humana de poncharte… esto es algo muy común, ya te falta poquito y ¡zas! Bajas los brazos y muchas veces dejas inconclusas las cosas ¡estando a punto de terminarlas! Y si no me crees, observa a los atletas que están a punto de llegar a la meta y disminuyen su ritmo, y muchas, muchas veces, esta disminución hace que pierdan el oro que ya tenían, prácticamente ganado.

 Otro punto puede ser el hecho de creer o decir (o estar convencido o convencida) que no puedes hacer algo, cuando en realidad lo que te falta es APRENDER a hacerlo, si aprendieras y practicaras, ¡por supuesto que podrías! Si no, ¿cómo fue que aprendiste a andar en bici? ¿O a manejar? Requeriste mucha práctica, pero ahora esa habilidad es parte de ti, pero definitivamente ¡NO NACISTE SABIENDO!

¿Y qué tal nuestra incapacidad para postergar la recompensa? Sabemos perfectamente que, por ejemplo, el hacer ejercicio, nos traerá muchas consecuencias benéficas para nuestra salud, sin embargo, vemos que es mucho trabajo, que es mucho sacrificio y decidimos no hacerlo. O estudiar un posgrado, he escuchado a muchas personas decir “¡ay no! Es que requieres dos años, ¡qué flojera!” Y pues, ¡te tengo noticias! Esos dos años (si todo va bien para ti), ¡de todos modos van a pasar! Con la única diferencia que pasarán y tu seguirás sin posgrado (o sin hacer ejercicio). Pero para esto te tengo un hack: lo que puedes hacer es jugar con tu lenguaje, o sea, en vez de decir “es muy difícil”, cámbialo por “es un reto” y verás qué diferente te sientes, ¡hasta corporalmente hablando!

Por último, ¿sabes qué ocasiona que no cumplas tus metas? Y esto quizá sea muy, pero muy fuerte: qué tanto te crees merecedor o merecedora de algo; porque si tienes la habilidad para hacerlo, si ves que es posible para ti, pero no te consideras merecedor de lograrlo, entonces ahí lo que requieres es trabajar un poco más a profundidad. Si tu detectas que hay voces en tu interior que te dicen, o te insinúan, o de plano te gritan que tú no mereces algo, porque de pequeño escuchaste decir que quien no trabajaba muchísimo no merecía la comida, por ejemplo, entonces tu tema es más interior y ¡es momento de pedir ayuda! Porque ¿qué crees? mientras no trabajes esa parte tan arraigada (tanto que a lo mejor ni siquiera la tienes consciente), por mucho que acciones, de una u otra manera los resultados no se te darán. Alguna ocasión tuve una coachee que cuando llegó a trabajar conmigo me decía “Adriana, he tomado n cantidad de cursos, certificaciones, tengo tal y tal herramienta y los resultados no se me dan”, en sesión descubrió su falta de merecimiento, trabajó muchísimo en cambiar sus ideas y su opinión sobre lo que merecía y finalmente, los resultados se dieron mucho más fácil.

Si este es tu caso, el mejor regalo que te puedes dar es invertir en ti. ¡Busca ayuda! ¡Deja de perder el tiempo y de una vez por todas ve por el logro de tus sueños! Y yo como coach, ¡te puedo ayudar! Agenda una sesión totalmente gratuita y ¡exploremos juntos tus infinitas posibilidades! Simplemente da click aquí. Mi deseo para ti es que, de una vez por todas, dejes salir ese gigante que ¡ya eres!

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