La semana pasada te escribí sobre el alto precio que paga un empresario por serlo, que consiste en no tener tiempo para sí mismo, para su familia, para construir relaciones con sus clientes, proveedores y amigos. Y te daba el antídoto: aprender a delegar, a comunicarte con tus colaboradores y a construir equipos SWAT de tal manera que tu negocio funcione sin ti y tu puedas estar cerrando negocios en desayunos o pasando tiempo de calidad con tu familia y cuidando de ti mismo (¡tú eres el activo más valioso de la empresa! Esto no te lo escribí la semana pasada, pero te lo escribo ahora).
Hoy te quiero compartir acerca de un aspecto que muchos empresarios me han compartido, pero que muy pocos dimensionan el tremendo impacto que esto tiene: la soledad que representa el estar a la cabeza de una organización.
Los grandes gurúes del liderazgo dicen que siempre hay que pedir ayuda un escalón arriba… o sea, si no sabes cómo hacer algo, le digas a tu supervisor, a tu gerente, a tu líder… pero el que el jefe le diga a su subalterno “oye, no sé cómo hacer esto” está muy mal visto por la sociedad, o sea, como dijo Mushu, “deshonrado tú, deshonrada tu vaca”. Y esto es lo que hace que los empresarios, muchas veces, estén solos, y solos tengan que lidiar con los problemas de la organización. Solos. Con su propia perspectiva, que es la única disponible, pero que a veces, no es la mejor. Pero no tienen otra.
¡Hagamos un ejercicio juntos! ¿Qué es lo primero que piensas cuando escuchas (o en este caso, lees) la palabra “adicción”? En mi taller de COMUNICACIÓN EFECTIVA, cuando hablamos de ESCUCHA ACTIVA hacemos este ejercicio y la inmensa mayoría responde cosas como “drogas”, “alcohol”, “excesos”, “workaholic”, e incontables etcéteras que tienen una connotación negativa. Ahora, alguien en algún momento me enseñó esta metáfora al analizar la palabra ADICCIÓN (me queda claro que Wikipedia dice algo totalmente diferente, pero ¡vamos! la metáfora es linda): vemos que está compuesta por el prefijo “A” que significa “SIN” y el complemento “DICCIÓN”, que significa “HABLAR”. ADICCIÓN = SIN HABLAR.
Una persona que cae en una adicción, es una persona que no ha sido capaz de verbalizar lo que siente, y si no me crees, chécate un grupo de AA: los cuates van, se paran en la tribuna, y durante 20 minutos hablan y hablan y hablan de lo que sienten y… ¡la adicción desaparece! (ya sé que no en el 100% de los casos, pero sí en una inmensa mayoría), así que el tener la capacidad de poder VERBALIZAR lo que sentimos, nos puede incluso (literal) salvar la vida.
Un empresario corre el riesgo de no tener la capacidad de verbalizar lo que siente, no hay con quién, no hay para dónde. En algún otro artículo te decía que el empresario tiene puesto un traje de super héroe, socialmente está llamado a ser el resolvedor de todo, el que tiene el poder mágico de solucionar LO QUE SEA… sin embargo, es injusto que carguen con esa tremenda responsabilidad en soledad.
Idalberto Chiavenato dice que los seres humanos tenemos una capacidad limitada de respuesta, ¿qué significa esto?, que para un problema vamos a tener tres, cuatro, quizá cinco alternativas de solución, pero no más. Yo tengo un ejercicio con el que ayudo a mis coachees a generar veinte soluciones diferentes, y muchas veces, la número 20 es las que les resuelve el problema para siempre. ¿A qué quiero llegar con esto? A que un empresario, por muy super héroe que sea, por muy efectivo y exitoso que sea, ocupa, sí o sí, de la ayuda externa, alguien que le ayude a ver 20 respuestas donde él sólo encontraba 5.
¡Ese es el trabajo de un coach! Convertirse en tu apoyo, en tu escucha, quien te proporciona una perspectiva diferente, desde un ángulo distinto y sin un vínculo emocional. ¡Invierte en ti! Invierte en tu guía, en tu salud, en tu acompañamiento… que, dicho sea de paso, te da caché, te hace ver super pro y en otro nivel. ¡Busca un coach! yo estoy a tu servicio, pero si por algo mi estilo jodón, directo, confrontador no te hace feliz, ¡hay muchos otros en el mercado! Pero neta, por tu bien, y por el crecimiento sostenido y saludable de tu empresa, busca un coach. No está chido que cargues con todo tu solo.
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Adriana Alanis es coach, formadora, entrenadora y mentora de empresarios, gerentes recién ascendidos y mandos medios con más de 15 años de experiencia. Creadora de la Metodología 3L: Liderazgo de tu Vida, Liderazgo de tu Equipo y Liderazgo de tu Productividad. Autora de los libros DE JEFE A LIDER COACH y LOS TRES LIDERAZGOS DEL GERENTE EXTRAORDINARIO, creadora de la Agenda del Líder Disruptivo y del programa MUJER LIBRE Y GRAN-DIOSA. Profesora universitaria con más de 20 años de servicio y vicepresidenta COPARMEX Hidalgo, Premio Nacional a la Mujer 2020 y Galardón Forjadores de México 2021. www.adrianaalanis.com