Sin duda el cambio es un desafío, te plantea salir de tu zona de confort, pero hay dos tipos de cambios: el cambio natural, el que tú no buscas, pero de todos modos se da, y que tu simplemente te dejas llevar y no hay mas que hacer. Pero también está el cambio que tu provocas, el cambio que tú buscas, ese que sabes que sí o sí, requieres. ¿Qué necesitas mejorar en ti? Hace algunos años no me explicaba por qué siendo tan buena coach, teniendo tan buenas herramientas y generando transformaciones tan espectaculares en mis coachees, no tenía tantos clientes como yo quería (de hecho, en ese momento específico no tenía clientes, estaba facturando cero redondo como dona y la frustración era gigante), así que me senté a hacer un inventario de mis capacidades y esas cosas, hice una lista de las habilidades que requería para tener un negocio de coaching, y puse ahí “buenas preguntas”, “escucha consciente”, “mucha organización”, “disciplina” etc… pero ¿sabes? Escribí algo que cambió mi vida y mi negocio: “Saber vender”. Cuando califiqué cada una de esas habilidades, me puse puros 9 y 10 pero en ese rubro específico de las ventas me puse un 2. ¡¡¡Ahí estaba el problema!!! ¡No tenía clientes porque no sabía cómo generarlos! Y a partir de ese descubrimiento tracé un plan de acción para convertirme en una experta en ventas y he invertido (literal) miles de dólares en mi formación. Aun no soy una master, pero definitivamente mi negocio ya no está como estaba en aquel entonces. ¿A qué quiero llegar con esto? Es fundamental que analices en qué necesitas reforzar tus conocimientos, habilidades y aptitudes, para que lo que vas a invertir de tiempo, enfoque, energía y por supuesto, dinero, sea muy muy redituable para ti, para tu vida, para tu empresa, para tus seres amados. ¡Haz ese ejercicio! Haz una lista de las habilidades que requieres tener para ser el o la líder que tu negocio, tu familia, tu vida merecen. Luego, con brutal honestidad, califica cada aspecto, así como en la escuela, del 0 al 10. El aspecto que tiene la calificación más baja es lo que está manteniendo tu negocio (o tu vida) en ese nivel. En otras palabras: mi 2 en las ventas hacían que TODO MI NEGOCIO DE COACHING tuviera un 2 de calificación, independientemente de todos los 9 y los 10 que me había puesto en otros aspectos. Mi 2 mataba todo.
Y lo mismo pasa con la capacitación en las organizaciones. Muchas veces me ha pasado que me llama un empresario y me dice “Adriana, quiero que le des a mi equipo un curso de COMUNICACIÓN”, y cuando me dicen eso es como ir al doctor y decirle “doctor, me duele la cabeza, recéteme una aspirina”. Si vas a invertir, invierte inteligentemente: Hay tres errores garrafales en la inversión en capacitación:
- No invertir. Ese es el primerito y me atrevo a pensar que el peor. Cuando consideras que tú como gerente, directivo, dueño de negocio ya sabe todo y que no tiene nada que aprender (¡¡¡RED FLAGS!!!) o bien cuando piensas que para qué le invierto a mis colaboradores si se van a ir a trabajar a otro lado. Y aquí te comparto otra frase, esta es de Richard Branson, y dice: “Capacita a tus colaboradores lo suficientemente bien para que se puedan ir, pero trátalos lo suficientemente bien para que se quieran quedar”.
- Invertir solamente en que hagan las cosas cada vez mejor. La inmensa mayoría de los empresarios invierten solamente en capacitación operativa, cómo hacer las cosas mejor y más rápido, dejando de lado la parte de desarrollo humano, lograr que las personas sean mejores personas, mejores compañeros y en suma, más felices. Pierden de vista que colaboradores felices generan clientes felices y por ende mayor productividad.
- Invertir en lo que está de moda. La empresa de enfrente se llevó a sus colaboradores a un team building espectacular en los rápidos del río Filobobos… ¡woooow! ¡Yo también quiero eso para mis colaboradores! Pero espera… ¿Lo requieren? ¿Los temas que se van a tratar son acordes a las necesidades actuales del equipo? ¿Los resultados son los que esperas? ¿La inversión es adecuada a tu realidad y a tus necesidades? No es invertir por invertir, es invertir sabiamente. Como decía un amigo: “nadie está peleado con su dinero”.
¡Capacita! Invierte en ti, invierte en tus colaboradores. Mi deseo para ti es que lo que comparto contigo sea de utilidad y te ayude a tomar las mejores decisiones tanto para ti como para tu equipo de trabajo. ¿Quieres ayuda para saber en qué necesitas poner tu foco de capacitación? Agenda una sesión totalmente gratis conmigo, simplemente da click aqui